30 de octubre
Emprendedor Soy un emprendedor. El estado de alarma me pilló a mitad de curso. Estudio (me corrijo, estudiaba) en la universidad. Económicas. En teoría, eso sirve para que, al salir, te conviertas en un empresario de éxito. O en un pringado trabajando a horas y a deshoras para alguna multinacional. O, si tienes suerte y enchufe, acabes dando clase en la facultad, como la mayoría de mis profes, y aburriendo hasta a las ovejas. La pandemia nos jodió el curso. Y me encontré confinado, en una residencia de estudiantes, comienzo pizzas y sin poder salir más que a comprar tabaco y cervezas al súper más próximo. Ni siquiera nos permitieron reunirnos en alguna habitación, varios colegas. En marzo yo estaba solo en la mía, mi anterior compañero se había ido a su casa cuando supo de la cuarentena, y los primeros días creí que me volvía loco. Llamaba a mis amigos y no daba crédito a lo que oía. —No, tío no. Que esto es muy jodido. Mejor no vengas. —Nos lo han prohibido, ¿no has visto los ...